«Luego de dos pérdidas de embarazos muy avanzados, el día 19 de febrero del año 2014, llegó a mi vida mi adorada hija. Fué recién en mi tercer embarazo, cuando la tercera y nueva doctora me habló por primera vez de un posible motivo, y que con tan sólo un análisis de sangre podía detectar. Obviamente ninguno de los médicos que me atendieron con anterioridad supieron diagnosticar… la trombofilia».
La obra central de la instalación está conformada con las jeringas que yo misma debí aplicarme diariamente durante todo el embarazo.
Florencia Ciliberti